11 junio 2006
A medida que el tiempo, comenzaba a pasar, sin darme cuenta la madurez se acercaba un poco más a mí. De la misma forma que le llega a todo el mundo. Evidentemente, a cada uno a su tiempo. Comprendí, al fin, que muchas veces mi visón del mundo, no fue siempre la adecuada. Que muchas veces cometí errores con la gente que amaba, y que pocas veces me di vuelta para disculparme, mas haya de reconocer ese error. Es una de las tantas veces, que el ego nublas las cosas que mas deseamos. Y son esos los sentimientos, que nos van alejando un poco cada día, quizás de lo que queremos ser. Como una bofetada, entendí al fin, que mis problemas no eran nada, comparados con los que pasan otras miles de personas, y que aun así ellos eran más felices que yo, porque habían aprendido a amar las cosas que yo no había comenzado a practicar. Aun así, mi visión no era tan clara, como cada cosa, siempre que uno quiere, encuentra una excusa, para quejarse, para alejarse, para decir que lo que me pasa a mi, es peor que lo que le pasa a el. Siempre ese camino, que no conduce a nada, sin no mas bien, a ese trance que hay entre lo que uno es, y sueña ser, pero que no es nada, ni siquiera presente, porque no lo vive. Cada día descubría un poco mas de todo… de la inmadurez de muchos adultos. Que los hombres duros también lloraban cuando sus sueños se rompían. Que hay amigos que vemos menos pero serán para toda la vida. Que la madurez no viene con los cumpleaños sino con las experiencias. Que muchas veces acostumbramos a soñar, pero quedamos varados sin hacer nada para alcanzarlos. Que la mayoría de la gente busca las cosas más sencillas siempre. También descubrí, que hablar de otros es mas fácil pero que me vaciaba por dentro, en cambio hablar de mi, me ayudaba a corregir mis errores, y a conectarme mas con lo que quería cambiar de mi. Que los gestos más sencillos de la gente que tenia cerca, eran los que calmaban todos mis problemas vacíos. Que cuando existe amor, es amor sin condiciones y por sobre todo. Que una madre jamás, jamás dejara caer solo a su hijo. Que todos en la vida tenemos momentos donde nos sentimos solos. Que muchas almas perdidas, aun están a la espera de encontrar esas cosas que los termine de llenar por dentro. Que la felicidad no se da por lo que tengo, sino por lo que doy de mí, y lo que a cambio recibo por ello. Por fin descubrí, que en el fondo, sigo siendo un niño con sueños, como todo el mundo, y que jamás dejare de aprender algo nuevo, siempre habrá algo que no entienda, que me sorprenda, que me asuste mas haya de la edad, que siempre habrán obstáculos pero que es sabio aun así continuar hacia delante. Sin darme cuenta, comprendí, que todos tenemos algo a nuestro lado para ser feliz, solo que muchas veces, la ignorancia de no saber lo que queremos, nos ciega de ver esas cosas. Aun así, aun queda muchísimo por seguir aprendiendo, por conocer, por vivir, y que es mas que seguro, que jamás logre conocerlo todo, siempre encontraremos una persona que nos sorprenda de algo, su forma de ver el mundo, su fortaleza, su amor, su fe, sus miedos, sus habilidades, sus cualidades, etc. etc. etc... Seria idiota si nombrara todo, porque todos tenemos algo especial de alguna forma, y seguramente en este momento para alguien deberemos ser especiales, y quizás en este preciso momento, haya alguien, que se este acordando de nosotros. Por el simple echo, de que vos, SOS autentico para esa persona. Así descubrí mis verdaderas fortalezas, mi nueva manera de ver el mundo, que es más lindo tener sueños compartidos, que no hay nada que nos detenga, ni obstáculos que nos derrumbe. Que siempre hay algo porque luchar, pero es bueno contrarrestarlo. Y sobre todo, que cada día, es una nueva oportunidad, para comenzar a cambiar las cosas.
Nico.
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